En el año 2013 una ley cambió para siempre el mundo de la inversión extranjera en España. La Ley de Emprendedores y su internalización creó la figura jurídica de la golden visa o visado de oro.
Fundamentalmente, se trata de un tipo de permiso de residencia para extranjeros extracomunitarios al que pueden acceder si adquieren una vivienda de , como mínimo, 500.000 euros, a través de un procedimiento administrativo ágil y efectivo. Y es que con una certificación de dominio y cargas del registro de la Propiedad o un contrato de arras firmado ya se puede iniciar la presentación administrativa de este permiso de residencia.
De cumplirse este requisito, los inversores inmobiliarios pueden obtener la residencia legal en España sin estar obligados a residir en nuestro país. Este mecanismo legal permitió que desde 2013 casi 25.000 personas se hayan podido beneficiar del llamado visado de oro siendo uno de los países de la Unión Europea que más lo ha concedido en este período de tiempo. La seguridad jurídica que otorga es el motivo fundamental que explica su éxito.
Y es que el abanico de ventajas que ofrece es innegable ya que el permiso de residencia del inversor se amplía a su familia de tal manera que también pueden convertirse en residentes legales en España su cónyuge, ascendientes, hijos menores de 18 años o incluso mayores de edad si se acredita que son dependientes económicamente.
En España, fundamentalmente personas procedentes de China y Rusia se han beneficiado del visado dorado y en estos momentos, quizá sea una buena idea mejorar aún más las virtudes de este permiso de residencia para captar inversión extranjera en nuestro país.
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